✨ Me Rindo: Asumí el Fracaso y Encontré Mi Éxito (Fuera del Molde del «Emprendimiento»)

Me Rindo.

Es la frase con la que empecé a escribir este post y la que define mi estado de ánimo frente a todo esto que hago. Indudablemente, este proyecto está destinado al fracaso. Y sí, lo tengo totalmente asumido, soy una fracasada, y estoy feliz con ello.

El Problema con la Palabra «Emprendedora»

Desde el comienzo de este «emprendimiento», como les gusta catalogarlo, estoy disconforme con casi todo. Empezando por el nombre. Llamarle emprendimiento o llamarme emprendedora.

No me gusta. Es muy probable que esté súper bien nominado según los libros de marketing, pero no me gusta, no me siento «una emprendedora». No me siento referenciada con la palabra, que a menudo viene cargada de una presión por el «éxito» y el «crecimiento exponencial» que yo no busco. Me ubica en un lugar en el que yo no quiero estar.

Esto que hago está más que claro que no lo hago por dinero. Al contrario, lo hago porque nunca tuve el dinero suficiente para vivir rodeada de las cosas que me enamoraban.

La Alpaca y La Identidad «Canaria»

Como ya conté en algún momento, como buena «canaria», uno de los paseos que más disfrutaba en mi adolescencia era ir a las ferias de artesanos en Montevideo. Había trabajos tan lindos, ¡tantas cosas que si pudiera me hubiera comprado! Y lo peor es que hoy en día me pasa lo mismo. Adoro ir a la feria, y siempre vuelvo a casa con ganas de comprarme todo. La limitación, una vez más, es la de los costos.

Por eso, desde adolescente, mi metal ideal fue y es la alpaca.

Es un material muchas veces desvalorizado y mirado de costado, pero súper noble de corazoncito. Para quienes no podemos o no queremos costear un accesorio de metales nobles (como el oro o la plata de alta ley), la alpaca es la solución más eficiente y honesta.

Yo encontré en la alpaca un metal que me permite realizar con ella exactamente lo mismo que con la plata, pero a un costo que me parece accesible, tanto para mí (en la producción) como para las personas que eligen mis piezas (en la compra final).

La Resina: El Complemento Perfecto

Resulta evidente que en mis creaciones no utilizo piedras preciosas ni diamantes, ni ningún otro material que pueda «deslucir» la alpaca. Al contrario, considero que al complementar con la resina se logra que ambas cobren un valor único.

Con esta combinación logramos piezas exclusivas en color, tamaño y forma. Piezas que reflejan el corazón noble de un material humilde, potenciado por la explosión creativa de la resina.

Mi objetivo no es facturar millones ni ser la próxima CEO. Mi objetivo es que te lleves un pedacito de ese paseo de feria que tanto me inspira, a un precio que te permita disfrutarlo. Si eso es fracasar, entonces, ¡que viva el fracaso!

¿Vos también sentís que hay que salirse de los «moldes» del éxito? Dejame tu comentario.

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